viernes, 16 de octubre de 2009

Vida contemplativa en Pulau Tioman

Como destino para los días entre semana que pasamos entre nuestras dos visitas a Singapur, buscamos un lugar de playa – el primero de muchos espero – en el que dedicarnos a la vida contemplativa - ¿más todavía os preguntareis? pues sí -. El lugar elegido, Malasia continental.

Malasia es un país mayoritariamente musulmán – aunque según la constitución todos los malayos son musulmanes-, que hasta hace poco más de cincuenta años era colonia británica, por lo que la mayoría de la población habla inglés de manera más que correcta - mejor que yo vamos -. Su territorio está dividido en dos, la conocida como parte continental en la península de Malaca – territorio por el que se han dado de collejas con Tailandia durante siglos, y aún continúan - donde vive el 85% de la población del país – 27 millones- y en cuyo extremo inferior se encuentra Singapur, y la parte insular en Borneo, cuyo territorio está dividido entre Indonesia, Malasia y Brunei.

En la parte continental, los comentarios que encontramos coincidían en que la costa este es más abierta al estilo de vida occidental, mientras que la oeste es, sin duda, más conservadora. Como contrapartida, la parte oeste disfruta de las mejores playas del país. Como nuestro objetivo para esta estancia estaba claro, nos decantamos por una isla en la costa oeste, Pulau Tioman.


Para llegar desde Singapur es necesario coger un bus hasta la ciudad de Johor Baru, ya en Malasia, cruzando la frontera por carretera. Posteriormente, un nuevo autobús te lleva hasta el pueblo de Mersing, donde hice noche – Juan Fran fue vía Malaca, ya que tras mes y medio de vernos las caras a diario, decidimos darnos un par de días de descanso - y comí en un restaurante indio por poco más de 2 €. A la mañana siguiente, un bote desde el puerto de Mersing, te lleva hasta la isla de Tioman, donde se puede elegir entre diferentes emplazamientos. Nos alojamos en la playa de Salang, por ser la más concurrido del lugar – lo que se traduce en 3 o 4 restaurante y mismo número de tiendas.

La isla tiene todo lo que te puedes esperar de un destino turístico del sudeste asiático no masificado: playas de ensueño, bungalows sobre el mar, buena y barata comida,…. Como curiosidad, Pulau Tioman, es una de las tres zonas libre de impuestos en Malasia, por lo que no hubiera sido mal lugar para reponer nuestra dañada cámara.

Durante nuestra estancia allí, uno de los días lo dedicamos al buceo recorriendo la conocida como Isla de coral y alrededores, otro a realizar una ruta de trekking por la jungla entre Tekek y la playa de Juara, de arena blanca y solitaria, que merecía mucho la pena, y el tercero, a estar tumbado en una hamaca con el pie en alto, tras, para variar, haberme torcido el tobillo el día anterior.

Por la noche, lo más destacado los pescados a la brasa que te puedes tomar en cualquiera de los puestos que se alinean en frente de la playa, donde para cocinarlos los envuelven en hoja de palmera. Habrá que probarlo a la vuelta. Ya os aviso que para entonces tengo pensado apuntarme a un curso de “experto en cocina marítima, sopa de sobre no”.


04. Malasia. Pulau Tioman. Septiembre 2009

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