El viaje desde Boracay hasta Santiago de Chile un cansado trasiego de aviones. Desde Boracay (aeropuerto de Calibo) vuelo a Manila y desde allí hasta Bangkok. Hicimos noche en el aeropuerto para continuar hasta Singapur y enlazar otro vuelo hasta Brisbane. En Brisbane nos quedamos un par de días y alquilamos un coche para visitar las playas de la costa conocida como Sunshine al norte de la ciudad. De vuelta a la civilización occidental, y lo que es más duro, a los precios anglosajones, y es que hasta pedirnos una botella de agua nos dolía en el alma después de estar acostumbrados a los "regalos" asiáticos.
De Brisbane volamos a Auckland, donde pasamos otro par de días pero del que poco os puedo contar, ya que fue el comienzo de la única semana enfermo que he pasado durante todo el viaje, y casi no salí del hostal. Dos países para visitar en otro momento y sin duda con otra mentalidad de viaje. Algo hay que dejarse para otras ocasiones.
De Auckland por fin vuelo directo hasta Santiago de Chile, donde nos esperaba en el aeropuerto nuestro amigo albaceteño Sir Charlsss con una orgullosa sonrisa en la boca, ya que el día anterior había sido padre junto a Evelyn de una niña llamada Cristina de nada más que casi 4 kg de peso. Es lo que tiene el gen Tarancon.
Cuatro días en Santiago en el que tuve que conocer a Cristina a distancia ya que todavía me encontraba enfermo, y en el que nos quedamos los primeros días en casa de Charly, en lo que fue nuestro primer contacto con un hogar tras seis meses de viaje. Qué gozada. Y para completarlo, se encontraban allí también sus padres, que uno de los días nos homenajearon con un cocido y unas croquetas que dado mi estado no pude saborear como se merecían.
De Santiago poco que contar, pués a parte de continuar enfermo, más allá de su espectacular localización al lado de la cordillera de los Andes no me pareció que tuviera mucho que resaltar. El último día, en el que ya me encontraba mejor, nos acercamos a la costera y querida ciudad de Neruda, Valparaíso. Excursión de un día que recomiendo aunque sólo sea por sus coloridas casas y sus empinados cerros en torno a la playa.
17. Chile |