jueves, 19 de noviembre de 2009

Isla de Java, tierra de volcanes… y sorpresas

De vuelta a la carretera. Tras nuestro descanso playero, nos dirigimos a visitar uno de los 129 volcanes activos que actualmente existen en las 17.508 islas que componen Indonesia, el volcán de Bromo en la isla de Java.

En nuestro recorrido de más de 14 horas en transporte local por bus, ferry y mini-van entre Depansar y Cemero Lawang, el pueblo base más frecuentado para visitar el volcán, recuerdo especialmente una parada en un pueblo en medio de la nada pasada la media noche, donde en la tenebrosa plaza del pueblo, sin ninguna luz que la iluminara más allá del reflejo de la luna, la gente y los perros deambulaban sin rumbo al son del ruido ensordecedor de las oraciones de los muecines por los altavoces, y una chica local se nos acercaba echando un ojo a nuestras mochilas mientras un viejo nos advertía “Be carefull, you get infected”. El “infierno en la tierra” fue nuestra definición para dicha fotografía.

En dicho trayecto, por el contrario, tuvimos la fortuna de coincidir con Don Hasman, un escritor, fotógrafo e intrépido viajero de 69 años, que recientemente había estado recorriendo el camino de Santiago, y que sería nuestro inesperado guía local para nuestra visita al volcán, derrochando conocimiento y generosidad. De la visita al volcán, destaca la visión del mismo bajo la niebla de las primeras horas del día, y el espectacular y colorido amanecer de la sierra que lo rodea, que hicieron que el madrugón mereciera la pena.

Por recomendación de nuestro guía, nos quedamos un día más en el pueblo para ver una ceremonia hinduista local, donde fuimos los únicos extranjeros presentes, y por tanto, con petición de entrevista incluida por la televisión local para el más guiri y vikingo de los tres.

Visitado el volcán, partimos a la ciudad conocida por ser el centro político y cultural de indonesia, Yogyakarta. Volvimos a ser afortunados al conocer a Agus, un joven de 31 años de Yogyakarta que se dirigía a la ciudad, y que por poco más de 20 euros accedió a llevarnos en su coche. Durante el trayecto, nos hablo de sus tres esposas de 16, 19 y 21, años, y que estaba en busca de la cuarta, el máximo permitido por la actual ley islámica, pese a que el primer sultán de la ciudad de Yogyakarta hace doscientos años ostenta el record con 41 esposas. Es lo que tiene ser musulmán.

Durante las 10 horas que duro el viaje, se percibe la densidad de la isla Java, ya que no es posible distinguir donde acaban y terminan las ciudades y pueblos. Y es que para una isla de 132.000 km2, una cuarta parte de la superficie de España, 129 millones de habitantes son muchos habitantes. Habitantes que en sus desplazamientos, no dejan de sorprenderte: cuatro personas en una moto arrastrando a su vez a una bici, niños sentados en las canastas de las motos, personas agarradas por fuera en las furgonetas, adelantamientos por la izquierda o por la derecha indistintamente donde las carreteras de dos carriles constantemente se convierten en cuatro cuando la circunstancias lo requieren, ...

En Yogyakarta, visita obligada al templo hinduista de Prambanan y al templo budista de Borodudur, de la mano de Agus, nuestro nuevo e improvisado guía local. Y recorrido turístico inesperado por la ciudad mientras buscábamos la única tienda donde de manera ilegal vendían botellas de whisky.

Y para terminar, amigos míos, os contare una historia de las que os gustan, que Don nos relató en Bromo, y que Agus nos confirmó en Yogyakarta, y con la que nos quedamos perplejos.

En la ciudad vecina de Yogyakarta, conocida por el nombre de Solo, según nuestros apreciados guías, cada 35 días se celebra una orgia multitudinaria en las montañas cercanas a la ciudad. Orgias que poco más de treinta años eran frecuentes en muy diversos lugares de la isla, pero que actualmente solo se siguen celebrando en las cercanías de la ciudad de Solo. Orgías a las que acuden solteros y parejas de diversos lugares de la isla de Java, en número que varía entre 10 y 20 mil personas. Según nuestros guías, nadie en la ciudad reconocería dicho evento, ya cada vez está más visto como una vergüenza nacional y se considera unos depravados a los que siguen acudiendo, por lo que no se quiere dar a conocer a los extranjeros, que, en caso de acudir o de intentar hacer alguna foto, es más que posible acabar en el hospital. Es por ello que pese a que coincidía la celebración de una de los comentados eventos durante nuestra estancia en Yogyakarta, no tuvimos el valor de acudir para contemplar semejante ritual y poder dar fe de su veracidad. Ver para creer.


08. Isla de Java, Indonesia. Noviembre 2009

1 comentario:

  1. Nosotros sólo estuvimos en el este de la isla, pero los volcanes nos impresionaron. El Bromo por las vistas, el Inje por la gente que de manera incomprensible está allí esclavizada.

    Te dejo un enlace a nuestro blog donde contamos las experiencias vividas: http://simplementedeviaje.blogspot.com/2008/10/volcanes-del-este-de-java.html

    Un saludo

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