En cuanto a la isla de Bali, la famosa ciudad de Kuta ofrece todo lo que se puede esperar de antemano: un sinfín de callejones con continuo trasiego de turistas (principalmente australianos y nórdicos), puestos de ropa surfera de imitación, comida y bebida barata, alojamiento al alcance de todos los bolsillos, playas para surfistas y fiesta algo decadente (será la edad). Lo más molesto, la ingente cantidad de vendedores ambulantes ofreciéndote toda clase de servicios.
En cuanto a la comida, para que os hagáis una idea, uno de los días que nos dimos un homenaje a comer en el sitio más económico en el que haya estado nunca, llenamos la mesa con una ensalada de tomate, una ensalada de vegetales, una ensalada de aguacate, unos nachos, un plato de gambas, unos calamares fritos, un plato de arroz con huevo (Nasi Goreng), un pescado (red snapper) a la plancha, dos platos de cangrejos, tres zumos de plátano, dos coca colas y una botella de agua grande, y todo ello por el módico precio de 20 euros. Como para quedarse a cenar en casa.
En cuanto a la fiesta, la noche de Hallowen donde nos disfrazamos de romanos ya que era lo único que las sabanas de nuestro hotel nos podía permitir junto a unas coronas de “laurel” del árbol de la puerta de nuestra habitación, fue sin duda una noche para recordar.
Y estando en la meca del surf no podía faltar un intento de deslizarse por las olas más famosas del planeta, que como podéis imaginar, resultó fallido.
Fuera de Kuta, la isla tiene mucho más que ofrecer. Por 2 € y medio al día, nos alquilamos unas motocicletas, con las que recorrimos los alrededores de Kuta, inmersos en la corriente de miles de motos que recorren la isla de punta a punta. En los alrededores de la playa de Ulu Watu, en medio de unos empinados acantilados, en el templo de Pura Luhur Ulu Watu, pudimos contemplar uno de los típicos bailes balineses. Y en nuestro camino a la difícilmente accesible surfista playa de Echo Dream, pudimos ver los interminables arrozales que conforman el paisaje del interior de la isla.
De la isla de Bali, partimos a Lombok, donde a unos pocos cientos de metros del noroeste de la isla, se encuentran las conocidas como Islas Gili. En el trayecto, que hicimos a través de transporte local durante más de diez horas, conocimos a Miguel, un chico de Valladolid que se dedica a viajar por el mundo mientras por las noches juega al poker por internet (ya sabía yo que esto se podía hacer). Como no podía ser de otra forma, en el trayecto en ferry entre Bali y Lombok de seis horas, jugamos un torneo de Poker con apuesta de por medio. Y como sucede en estos caso, no gano ni el jugador profesional, ni los dos jugadores amateur, sino al que le tuvimos que explicar antes de empezar algunas de las normas del juego, durante el cual lo más divertido fue observar los intentos de Miguel por dar algunas clases de poker a nuestro amigo Cory, el que respondía con un ingenioso “It´s my money” mientras miraba para otro lado de la mesa.
De las tres islas Guili, nos alojamos en la Isla de Trawangan, la más “grande” y concurrida de las tres. Sustituimos el bullicio de las calles de Kuta y las motocicletas, por la tranquilidad de las calles no asfaltadas de Guili, los paseos en bici y el buceo en busca de rayas y tiburones. Las salidas nocturnas en Bali por el cine al aire libre, las cenas de pescado fresco a la brasa y unas copas a la orilla del mar en un ambiente más relajado, pese a la actitud más que perseverante de los jóvenes locales por rondar a las extranjeras, también conocidos coloquialmente como los “mosquitos”.
En resumen, los diez días más relajados que hemos pasado como si de unas vacaciones veraniegas al uso se trataran. Habrá que repetirlo.
07. Bali y Lombok. Octubre 2009 |
la verdad que comienzas a darme envidia pedazo de cabron (pedazos de cabrones). Cuanto os queda? Cuales son los siguientes? Un fuerte abrazo...el tio isma
ResponderEliminarHay señor que te perdemos para siempre, deja el poker que eso no es bueno, que te encuentres un tío que hace lo que tu te planteabas y le funciona no es nada bueno, a mi no es que me empiece a dar envidia, amos hombre, entre hacer pliegos a las 2 de la madrugada un sábado y espantar mosquitos ande vamos a parar ;-). disfruta que ya te queda menos...
ResponderEliminarUn abrazo!
Que pasa fauna variopinta de Pross, por vuestros comentarios ya veo que Miguel sigue tirando del carro a su manera, así me gusta que no os relajeis. Yo ya he pasado el ecuador del viaje, imaginar el stress que llevo encima pensando que se acaba ;)
ResponderEliminarUn abrazo desde Phnom Pemh en Camboya
Soy una total intrusa... pero cotilleando por las webs me "tropezé" con este queso viajero. A mi me pirria viajar, si fuese envidiosa, sería lo que envidiaria VIAJAR, lo hago quizás una vez al año, no a vuestro estilo pues yo ya tengo mis añitos y no puedo hacerlo con ese estilo tan aventurero. Hace 12 años estuve por Indonesia, Sumatra, Java, Bali y Swalawasi... todo maravilloso!!!!!!! el Bromo lo tengo fotografiado desde el avión.
ResponderEliminarBueno un saludo muy afectuoso desde Barcelona.
Si quisierais comentar algo mi mail es enigmalejana@gmail.com